Wednesday 2 October 2013

ALCÉmonos



Ya ha comenzado el año escolar en Europa y estamos a la expectativa de la actitud que adoptará el gobierno frente al rechazo y repetidas protestas y manifestaciones de nuestras comunidades, particularmente en Francia y Suiza donde está la gran mayoría de alumnos, contra las nuevas instrucciones de las ALCE.  A modo de recordatorio, lo que los “españoles en el exterior” protestamos es la introducción de las clases no presenciales.  Esto quiere decir que mientras que hasta el final del curso pasado los alumnos tenían tres horas de clases presenciales a la semana.  Ahora solo tienen una hora y media de clases presenciales y hora y media “on-line”, a través de la recientemente introducida Aula Internacional.


En Australia el curso escolar no empieza hasta febrero del año que viene, así que tenemos un poco de tiempo para considerar nuestra posición.  Los CREs de Melbourne y  Canberra, juntos con la Consejería de Educación de nuestra embajada, han organizado  sesiones informativas dirigidas a la comunidad en general, pero muy en particular, a los padres/abuelos de nuestros alumnos.  Aunque la asistencia a estas sesiones no fue exactamente desbordante, hubo un número representativo de padres, madres, abuelos, abuelas y otras personas interesadas que participaron y dieron su opinión.  

El sentir de la comunidad parece estar dividido.  Por un lado se piensa que, de alguna manera, las nuevas medidas van a tener un efecto negativo.  Por ejemplo, los padres, que ya están bastante ocupados y preocupados con sus obligaciones laborales y sociales, tendrán que involucrarse mucho más y de manera cotidiana en los estudios de sus hijos.  ¿De donde sacan el tiempo?, se preguntan.  Otros padres, sin embargo, piensan que es buena idea aprovechar y utilizar las nuevas tecnologías.

Un aspecto muy importante de las ALCE es el efecto aglutinante que tiene en las comunidades.  Por ejemplo, en Melbourne donde hasta el presente, las clases se imparten en el Hogar Español, los padres/abuelos aprovechan la oportunidad para intercambiar opiniones e ideas con otros padres sobre temas de interés común, digamos: ¡clases de lengua y cultura española!  O se reúnen, como en Canberra, bajo el auspicio de la AMPA local y organizan actividades tales como charlas de expertos, películas, etc. 

Aquí en las antípodas las comunidades nos aferramos a cualquier salvavidas para mantener nuestra lengua y tradiciones.  Por desgracia y debido mayormente a la tiranía de la distancia y el desfase de las estaciones del año es muy difícil mantener el ánimo y organizar actividades en coordinación con lo que en el momento esté sucediendo en España.  Cuando en Europa están de vacaciones en la playa aquí estamos muertos de frio trabajando y cuando aquí estamos cenando en Europa están desayunando.  Nos podemos imaginar llevar a nuestros hijos de “vacaciones de verano” a España en el mes de enero!

Si el programa ALCE desaparece las comunidades, que ya están bastante abatidas debido al peso de la edad y la paulatina pero inexorable disminución de la comunidad, sufrirán una gran pérdida.   Por esto es importantísimo que hagamos saber al gobierno nuestra opinión sobre las nuevas instrucciones del ministerio.

Finalmente, no todo son malas noticias.  Tenemos entendido que en el Reino Unido han abierto una nueva aula de ALCE.  Seguimos a la espera de que se establezca la de Irlanda. 

Juan Rodríguez
CRE de Canberra