Dada la extremadamente precaria situación
económica y política por la que atraviesa España no nos debería pillar de
sorpresa que el gobierno esté haciendo recortes a las partidas destinadas al
apoyo a la emigración. Al fin y al cabo
creemos que es justo que todos debemos contribuir al esfuerzo y asumir
responsabilidad por esa parte del programa de austeridad que nos corresponda a
nosotros en la emigración. Esto no
quiere decir que ignoremos nuestra propia situación y nos olvidemos de las
necesidades de los nuestros, aquí en Australia.
Nos enfrentamos a una creciente población de
jubilados/as, muchos de ellos de edad bastante avanzada y con los consiguientes
problemas de salud que nos acompañan en la vejez. Este colectivo de nuestra comunidad tiene
necesidades muy específicas y, en su mayoría, muy caras de costear. Pero, sin lugar a dudas, el mayor problema
con el que se enfrentan es la soledad.
En el caso específico de nuestra comunidad de
Canberra el problema de la soledad se agrava dada las enormes distancias que a
menudo separan a estas personas de sus hijos y nietos y la falta de transporte conveniente
y regular y de un lugar donde reunirse con los otros miembros de la comunidad que
se encuentran en situación similar. El
resultado es que muchos de nuestros compatriotas se pasan a veces días y días sin
ver a “nadie”, sin ver caras familiares, sin hablar con alguien que los “entienda”
y, me duele decir, hasta sin comer porque no se les apetece ni siquiera cocinar
porque se sienten deprimidos y solos.
La poca ayuda económica que nos llega desde
España deberíamos emplearla más efectivamente en tratar de disminuir algunos de
los problemas que padecen nuestra tercera edad.
Por ejemplo, las subvenciones que ahora reciben algunas de nuestras
asociaciones comunitarias podrían ser dedicadas a proyectos específicos dirigidos
a la tercera edad. Se podría, por ejemplo, movilizar a grupos de voluntarios y organizar
un programa de visitas y servicio de comidas a domicilio similar a
“meals-on-wheels”. Se podría también hacer
del Club un punto de reunión donde se llevaran a cabo actividades apropiadas
para la tercera edad. En fin, creemos que cada
día es más urgente examinar seriamente la situación de los miembros de la tercera
edad de nuestra comunidad. Son nuestros
padres, abuelos y bisabuelos.
Incluimos aquí un llamamiento que hacemos al
Club Español de Canberra y os pedimos, y agradeceremos mucho, que nos enviéis vuestros
comentarios al respecto.
Carta abierta al Club Español de Canberra Inc.
Estimados Sres/as de la Directiva del Club
Español de Canberra Inc.
El Consejo de Residentes Españoles de Canberra
trata siempre de desempeñar sus funciones de manera seria y positiva, de
acuerdo con los derechos y obligaciones que le confiere el Estatuto de la Ciudadanía
Española en el Exterior (Artículo 13 e). A tal efecto, el CRE considera fundamental ser
parte integral de los quehaceres de la comunidad y contribuir en sus asuntos.
Para facilitar esta situación el
CRE ve provechoso crear un entorno donde los miembros de la comunidad se
sientan relajados y dispuestos a exponer sus problemas y sus aspiraciones. En una palabra, para poder tomar el pulso y conocer
el sentir de la comunidad, el CRE necesita compartir las ansias y anhelos
cotidianos de la comunidad en un lugar y ambiente familiar. Este lugar y este ambiente lo puede, y lo debería,
facilitar el Club Español de Canberra.
Con estas aspiraciones en mente, el Consejo de
Residentes Españoles de Canberra propone al Club Español de Canberra lo
siguiente:
- Llegar a un entendimiento
entre el Club y el CRE que permita a las dos organizaciones trabajar en
conjunto para beneficio de toda la comunidad
- Que el Club facilite el acceso de la comunidad a la Sala de la
Tercera Edad durante periodos en que el Club está
normalmente cerrado, por ejemplo, de lunes a viernes entre las once de la
mañana y las tres de la tarde
- Que este acceso sea con opción a
usar la cocinilla ubicada dentro de la sala y los servicios más cercanos a la
sala y a usar la linea de teléfono ya existente con vistas a establecer una conexión de internet
- Que el Club, con la colaboración del CRE, establezca una comisión que
asuma responsabilidad por el buen mantenimiento y observación de las condiciones y leyes que conciernan a la sala durante esos periodos de
apertura
Los
detalles de esta iniciativa podrían recogerse en un acuerdo entre el Club en
nombre de los socios y el CRE en nombre de la comunidad; que podría ser firmado por las dos partes ante un testigo de rango del
Gobierno de España, por ejemplo, el oficial encargado de la Oficina Consular.
Juan Rodríguez
Presidente
Consejo de Residentes Españoles de Canberra
Canberra febrero de 2013
NOTA: A propósito de todo esto, nos informan desde la Sección Consular de
nuestra Embajada que las personas que necesiten obtener una “Fe de Vida” y que por
motivos de salud o ancianidad les resulte muy difícil y traumático personarse
ante la embajada para demostrar que siguen vivas, pueden solicitar y obtener la
Fe de Vida enviando a la Sección Consular un certificado médico reciente; debidamente
expedido por su médico de cabecera y en el que el médico se acredita como testigo presencial de la persona y su estado de vida.